Como conclusión quisieramos destacar que no hubieramos podido lograr nada de todo
esto si no hubieramos trabajado como equipo. Un equipo lleno de amor, sensibilidad y
mucho profesionalismo. Todas las decisiones tomadas, a conciencia y sobre la marcha
de mi propio proceso, fueron tomadas en pos de la protección de la vida de Lorenzo y
mia, incluso siendo decisiones que no formaban parte de nuestras expectativas. A cada
decisión tomada no hicimos otra cosa que practicar ese famoso mantra de gestar:
“Acepto, Entrego, Confío y Agradezco”… y así fue que pudimos ayudar a nacer a
Lorenzo a través de un parto natural, amoroso, pacífico, sin presión, sin tiempo, sin
anestesia, sin episiotomía.
Gracias,
Cati, Enri, Lorenzo y Dante.
0 comentarios:
Publicar un comentario