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Historia de una Nacimiento


Paula nos cuenta como fue la llegada de Mia y
como transito el embarazo con Gestar !

Soy mamá de una gestarcita... Qué privilegio, qué honor y qué orgullo! Privilegio porque somos pocos los que tenemos el agrado de portar ese título... lamentablemente. Muchos no pueden económicamente, muchos no se animan, muchos ni siquiera saben que existe la posibilidad de tener un embarazo y un parto como el que mi marido, mi hija y yo tuvimos. En el mejor de los casos quienes saben y pueden, no lo prefieren, lo cual es absolutamente respetable. Honor por haber sido acompañada por Cristina, Miriam, Alexis, Mario y Betina, equipo de primera y me quedo muy corta. Cada pieza de la “máquina Gestar” cumple una función fundamental e irremplazable, y la cumplen de manera perfecta. Hacen que todo se de naturalmente, pero en realidad nada está librado a la suerte. Pero a no equivocarse... la “máquina Gestar” es una muy particular, porque tiene corazón y alma! Nada de frialdad, no, no... A está máquina le sobra amor, respeto, energía, dedicación. Orgullo por haber buscado incansablemente hasta encontrar lo que quería: un parto donde mi hija, mi pareja y yo fuéramos los protagonistas. Por haberme animado a sentir lo que muchas mujeres temen. Y por sobre todo por tener una bellísima hija que me bancó en esa elección, porque no aflojó ni un minuto en las aproximadas 18 horas que duró el trabajo de parto.
Imposible contar mi parto sin contar cómo llegué hasta él. Toda la historia es una sucesión de eventos aparentemente casuales. Yo no creo en las casualidades... Para mí hay una magia oculta detrás de todo esto, una energía especial que por suerte estuve atenta para percibir. Lo que sigue, para muchos será la crónica de un capricho. Para mí, es la etapa más espiritual que pasé en mi vida.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Que hermoso relato del nacimiento de Mia, muchas gracias por compartirlo!

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